Fenómenos extraños en la emisora de radio…

Fenómenos extraños en la emisora de radio…

En Dos Hermanas encontramos un enclave mágico, embrujado y maldito. Nos trasladamos ahora al viejo edificio de la Policía Nacional. Decir antes que el anterior acuartelamiento ubicado estuvo justo al lado del edificio del Ayuntamiento y, a principios de los 80, fue trasladado a una casa situada en la calle Real Utrera, frente al colegio Sagrada Familia del municipio nazareno.

Aquí vamos a visitar las instalaciones de un lugar mágico para algunos, porque magia es, a veces, lo que se consigue hacer llegar a través de ese maravilloso invento llamado radio. La primera información de los sucesos anómalos que ocurrían en el interior de este edificio llegaron a través del investigador Jesús García, vecino de dicha localidad. Había tenido la oportunidad de hablar con Paco, un chico que se encargaba del control de sonidouna vez que el edificio fue asignado a Comisiones Obreras para instalar allí un centro de formación profesional ocupacional, dando clases de diversas materias radiofónicas, y sirviendo de estudios para Radio Realidad. Esta persona aseguraba que sus compañeros habían detectado hechos extraños en el edificio. Esos fenómenos inexplicables se daban, sobre todo, en la zona en la que se hacían prácticas de audio, en la parte trasera del edificio, donde estaban los antiguos calabozos, por los cuales se grababan frecuentemente voces o ruidos extraños «como de seres ausentes», según refería el testigo y que los profesores atribuían a defectos electrónicos de las mesas de mezclas, los grabadores, micros y demás aparatos propios de aquella emisora de radio, llegadas a más estas misteriosas psicofonías se le atribuyeron a que eran provocadas por las frecuencias de otras emisoras de radio… Paco comentaba que él mismo había grabado una de estas voces: «Si fuera una emisora la grabación se oiría con algo de ruido de alterna de fondo y más prolongado…, no una sola palabra o pequeña frase de distintas modulaciones y de forma poco nítida. Eso era más extraño».

En la planta superior del edificio, donde estaban las antiguas oficinas –en el tiempo en que lo habitaba la emisora– y las aulas del centro, eran numerosos los comentarios de ruidos como de llamadas a la puerta (raps) y la visión de sombras por los pasillos e incluso bombillas que explotaban incluso poco después de ser repuestas. Estas lámparas fueron reparadas por electricistas varias veces y, ante la insistencia del fenómeno, se determinó desconectarlas de la red eléctrica del edificio. Por aquel entonces, personas como José Carrasco, Antonio Guisado y Pepe Santos vivían y trabajaban por y para aquella Radio Realidad e igual de real que era su nombre eran reales los fenómenos que en su interior se sucedían día tras día como la loza de tiempo en cualquier vida…

Durante el tiempo en el que el edificio fue comisaría ya había rumores entre los policías, y algunos arrestados en los calabozos, de que existían ruidos extraños en el edificio, además de otros fenómenos de poltergeist como por ejemplo el tintineo de las máquinas de escribir sin que nadie las accionaran, sombras en los pasillos y en los calabozos, luces que explotaban (coincidiendo todo esto con lo sufrido por los alumnos del centro de estudios que se instalaría posteriormente), puertas que se abrían y cerraban solas.

Un sinfín de fenómenos a cual más extraño, misterioso y paranormal. De esto, como edificio oficial que era, no hay constancia escrita ni, por supuesto, investigación realizada. Pero las caras de los que vivían aquellos fenómenos eran la realidad más palpable de la veracidad de aquellos hechos.

Noticia original aquí |  elcorreoweb.es

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