Siete enclaves para entender la historia de Dos Hermanas

Siete enclaves para entender la historia de Dos Hermanas
Santa Ana, la Torre de los Herberos y el Palacio de Alpériz
Santa Ana, la Torre de los Herberos y el Palacio de Alpériz

 

La historia de Dos Hermanas está vinculada a la Reconquista de Sevilla por parte del Rey San Fernando, a la figura de las dos hermanas que descubrieron la imagen de Santa Ana, a la explotación del olivar en sus innumerables haciendas y a la devoción hacia la Virgen de Valme. Son los hitos de la historia del municipio nazareno que constituyen, en la actualidad, la idiosincrasia de una ciudad que cuenta ya con 130.000 habitantes, tras un crecimiento imparable en las últimas décadas. Pese a que la gran expansión urbanística ha mermado parte de ese aire añejo, que recordaba al pasado, el municipio conserva varios enclaves a través de los cuales puede resumirse su historia.

Torre de los Herberos

Los primeros vestigios de los que se tiene constancia pertenecieron a la civilización turdetana, que fundó la ciudad de Orippo, la cual adquirió especial relevancia con los romanos. Precisamente, de aquella época es la escultura en piedra del matrimonio sedente, que según los historiadores, responde a un elemento simbólico de tipo funerario. En la actualidad, la escultura se puede visitar en el Museo Arqueológico de Sevilla.

El grupo escultórico fue descubierto junto a la Torre de los Herberos, un bastión militar remodelado en la época árabe, del que apenas se conserva la base y dos paños de pared. Sin embargo, pese a que durante años fue objeto de críticas por su estado de conservación, la trascendencia histórica para el municipio ha sido más que palpable, incluyéndose en el actual escudo de la ciudad. Está declarado, además, desde 1993 Bien de Interés Cultural.

Fuente del Rey

En el núcleo urbano de Fuente del Rey tuvieron lugar otro de los hechos históricos que han marcado el devenir de la Dos Hermanas que conocemos en la actualidad. Fue en esta zona donde las tropas del rey San Fernando instalaron su campamento durante la Reconquista de Sevilla y donde, precisamente, según cuenta la tradición, el rey pronunció las famosas palabras implorando a la Virgen, que darían lugar a la advocación de Valme.

«Valedme, Señora, en esta empresa que acometí en nombre de Dios y gloria vuestra, y yo os ofreceré en este lugar el primer pendón que tome dentro de Sevilla», reza en la Guía de Dos Hermanas en torno a este asunto. Tras la conquista de Sevilla, el rey cumplió con su palabra y mandó construir una capilla en el cerro de Cuarto, también llamado «Buenavista».

Santa Ana

Así las cosas, tras la llegada de los cristianos a Sevilla, estas tierras serán entregadas al adalid leonés Gonzalo Nazareno, quien estaba emparentado con las hermanas Elvira y Estefanía, por cuyas mujeres recibe el municipio su actual nombre. Según la tradición fueron ellas las que encontraron en el interior de una cueva la imagen de Santa Ana, patrona de Dos Hermanas, motivo por el cual mandaron levantar una capilla donde rendirle culto.

Hacienda de Montelirio

Las haciendas y el olivar constituyen otro de los hitos fundamentales para entender la historia de Dos Hermanas. Existen cuantiosas, aunque una de las más sugerentes para el visitante es la de San Miguel de Montelirio, también llamada el «Hospicio de Indias», porque en los tiempos en que perteneció a los jesuitas sirvió de residencia para acoger a los clérigos que volvían a España con enfermedades.

La hacienda, que cuenta en su interior con una capilla del siglo XVI, es utilizada en la actualidad como salón de celebraciones. Además, uno de sus salones alberga un museo de carruajes con una colección de más de 200 coches de caballos de época, que está considerada como la mejor colección de carruajes antiguos de Europa.

Parque de la Alquería

El parque de la Alquería del Pilar constituye otro de los enclaves históricos del municipio. La finca, de unas trece hectáreas, está integrada por la propia Alquería del Pilar, la Huerta de San Luis y las Huertas de Ybarra. En los años 70 del siglo XIX, los poetas José Lamarque de Novoa y Antonia Díaz mandaron construir los jardines históricos, que rodean el palacete neomudéjar de la Alquería.

Pronto se convirtió en una villa de recreo donde se reunían escritores y artistas, amigos del matrimonio. La construcción del ferrocarril Sevilla-Jerez-Cádiz permitía también el rápido acceso al municipio, que se posicionó durante esta época como uno de los destinos preferidos para el descanso de la aristocracia y la burguesía acomodada de Sevilla.

Palacio de Alpériz

Frente al parque, se encuentra el Palacio de Alpériz, también de estilo neomudéjar y con jardines regionalistas a sus alrededores. Se construyó a principios del siglo XX para la familia de Manuel Alpériz, comerciante de telares y propietario de la fábrica de Yute, que se encontraba instalada en las inmediaciones. De este pasado industrial queda, en la actualidad, su chimenea de ladrillos, de 30 metros de altura.

Monumento a Valme

Por último, en un paseo histórico por Dos Hermanas es imprescindible detenerse en la plaza de Menéndez Pelayo, en pleno centro del municipio, donde desde 1970 se erige un monumento a la Santísima Virgen de Valme, protectora de los nazarenos.

ABCSEVILLA

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